Que cortitas se me están haciendo las vacaciones... El día 1 vuelvo al trabajo =(
Pero bueno, antes me voy una semanita a GC, que ya tengo muchas ganas. Ya me queda menos.
Hoy hemos tenido excursión a la playa con TODA la familia, que no somos pocos: 18 personas debajo de tres sombrillas y, encima con bandera amarilla (aunque en algún momento ha sido roja) y las olas de varios metros llenándonos de arena los bañadores y arrastrándonos de mala manera hasta la orilla: golpes en la cabeza, chichones, rodillas ensangrentadas, cortes, etc.
Además ha tenido que venir protección civil a rescatar a una persona cerca de nosotros. Ningún niño se bañaba, ni tampoco las personas mayores ni los adultos con dificultoso sentido del equilibrio. Sólo nos hemos atrevido unos pocos que hemos querido hacernos los valientes y, al final, hemos terminado como si hubiéramos luchado con un tiburón.
Es increíble la fuerza de la naturaleza: en un momento determinado, una ola me ha desplazado unos 20 metros a la vez que daba volteretas bajo el agua y con dificultades para mantener la respiración.
Pero, aunque visto desde este punto de vista parece el día más peligroso de nuestras vidas, la verdad es que nos hemos divertido bastante saltando esas "super olas". Yo, como de costumbre, agarrada a los que son más altos que yo, para evitar hundirme, pero ha sido un día muy entretenido.
Cuando pusieron la bandera roja, vino la lancha de salvamento a decirnos que teníamos que salir del agua porque era muy peligroso estar dentro, así que, para pasar el rato, decidimos irnos a pasear por la orilla y, en cuanto vimos que volvieron a poner a bandera amarilla, regresamos al agua. Estaba muy fresquita, aunque había muchas algas debido al oleaje.
No hemos podido jugar ni al fútbol ni a las palas de playa porque hacía mucho viento, pero, al fin y al cabo, hemos pasado un buen día de playa en familia, cosa que hacía muchos años no hacíamos, ya que no podíamos quedar todos..
